jueves, 10 de abril de 2014

PARÁLISIS TOTAL

La institución que rige los destinos de miles de Campelleros y Campelleras, sigue con el encefalograma plano. Sigue con la dinámica de macanicismo administrativo como único instrumento de su "gestión"; sigue demostrando la incapacidad, más que manifiesta (aunque no para la inmensa mayoría silenciosa que ni dice, ni hace) para hacer lo que las urnas le mandataron: política.
Los procedimientos administrativos ( que podrían hacer de forma mecánica los servicios administrativos por si solos, sin necesidad de representación política) siguen su marcha de forma inexorable. Y esa marcha, sin la necesaria influencia política, se convierten en servicios cuando podrían ser instrumentos que, al tiempo de prestar servicios, ofreciese oportunidades. Me refiero a las plicas veraniegas: socorristas, tumbonas, sombrillas y demás servicios.
No es que sea mi intención que mis humildes palabras tengan eco en el gobierno; ¡por favor!; no soy tan soberbio como algunos piensan, soy mucho más humilde. Pero mantener la esperanza en que alguien o algunos se pudieran hacer eco, discutir y debatir sobre el uso de los actuales mecanismos administrativos como oportunidades de empleo, siempre queda, siempre está. 
Considero que seguir resignados a que el procedimiento administrativo es la única vía posible para dirigir la política municipal refleja el miserable nivel político que las instituciones locales representan. Esta resignación, por otro lado, demuestra la inexistencia de una oposición que esté en disposición de plantear alternativas, haciendo "tabla rasa" entre todos los partidos y organizaciones que dicen y pregonan que es posible otra forma de hacer política: no solo hay que decirlo, hay que demostrarlo. Y la vía es la presentación de alternativas, explicar los porqués de esas alternativas y demostrar, no solo su viabilidad administrativa, sino su conveniencia y oportunidad hacia una sociedad sumida en una profunda miseria moral y económica.
Cuando se habla de "resolver, abordar los problemas que preocupan a los ciudadanos y ciudadanas", no se habla en el vacío, pues la obligación es hacerlo por el mandato recibido, pero también es hacerlo desde una posición política, imbuida por una ideología. Si esto no es así, la máxima de "ni de derechas ni de izquierdas" seguirá triunfando como pensamiento único, dando pábulo a los movimientos sin ideología, lo que sería igual a vaciar de cualquier contenido una democracia ya bastante perjudicada.
Por otro lado, mostrar mi sorpresa ante la indiferencia ideológica que muestran los partidos y organizaciones hacia el hecho local. Y lo digo con argumentos. 
Estoy absolutamente de acuerdo que los problemas y preocupaciones globales deben tener un reflejo en la política local pues no somos ajenos a las situaciones que nos rodean, pero, la inexistencia de alternativas políticas claras que diferencien los proyectos de la izquierda a los de la derecha del mecanicismo administrativo nos deja desamparados ante las urnas, y lo que es peor: ante el futuro.

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