Los
cambios en los grandes paradigmas: para entender el funcionamiento de
la administración
pública.
Partimos
de unos orígenes en el ámbito de la administración; unos orígenes
que vienenmarcados
por lo que se conoce como la administración pública tradicional; la
administración pública de corte burocrático, herencia de la época
de sociólogo alemá Max Weber, conocido como el padre de la
administración legal racional. También sabemos que en los años
ochenta se produjo un cierto tipo sw revolución gerencial en el
ámbito de la administración pública, que dió lugar a lo que
algunos han denominado como el Paradigma de la Nueva Gestión
Pública. Y en tercer lugar, de forma más reciente, ya entrando en
el siglo 21, algunos autores y algunos prácticos incluso de la
propia gestión pública están empezando a hablar de un modelo de
administración pública relacional o deliberativa. Estos son los
tres grandes paradigmas que se encuentran en el debate sobre el
funcionamiento de la administración pública. Pero sería práctico
que antes, de forma breve, hagamos un breve repaso de estos tres
paradigmas.
Decíamos
que, en primer lugar partimos de unos orígenes, que es lo que
llamamos laAdministración
Pública Tradicional. La administración pública de corte de
mediano, de corte burocrático, y que tiene unos orígenes que datan
de hace algo más de un siglo, y en los cuales podemos identificar
dos grandes objetivos iniciales. En primer lugar la administración
pública burocrática tradicional estaba pensada para maximizar la
eficiencia en la prestación de un conjunto de servicios públicos.
Hasta aquel momento todas la administraciones pre burocráticas eran
administraciones muy poco profesionales, con déficit de capacitación
en los empleados públicos, con formas organizativas muy
provisionales. Y el resultado era que aquello que hacían, los
servicios que prestaban a los ciudadanos eran poco eficientes. Tanto
que la primera idea sensata de Max Weber es intentar maximizar la
eficiencia en la prestación de estos servicios. El segundo gran
objetivo de esta administración pública tradicional era garantizar
la equidad del trato a todos los ciudadanos Otra vez, la
administración de carácter preburocrático, la que se encuentra en
sus análisis de Max Weber, era una administración que trataba de
forma discrecional a las personas a las que ofrecía sus actividades
o sus servicios. Es decir, si se era una persona con un determinado
status económico y social, podía ser tratado de forma preferente o
deferente por parte de la administración; mientras que si el status
socio-económico era más bajo podía ser tratado con menor
deferencia. Lo que Max Weber propone es crear una administración que
garantice, que asegure que todas las personas, todos los ciudadanos,
van a ser tratados por la administración de la misma manera.
Por
lo tanto encontramos el segundo objetivo: garantías de igualdad en
el trato a los a los ciudadanos. Los objetivos parecen sensatos ,pero
en lo que deberíamos centrarnos es, en qué es lo que nos propone la
administración burocrática para alcanzarlos. Para alcanzar el
objetivo de maximizar la eficiencia lo que se propone, de forma muy
sintética en el modelo de la administración tradicional, es lo que
llamamos Racionalidad Formal. ¿Qué significa? Pues que para
garantizar que siempre se harán las cosas de la forma más eficiente
posible, en primer lugar lo que se hace es pedir a un experto (aquel
que está dotado de la razón), que nos diga cuál es la mejor forma
de realiza aquella prestación.
En
segundo lugar, una vez que el experto nos ha dicho cuál es la mejor
forma de operar, esto lo convertimos en procedimiento administrativo.
Racionalidad y Formal. El adjetivo formal significa que convertimos
la racionalidad en un procedimiento administrativo.
Posiblemente,lo
más interesante es que obliga a ser siempre eficientes, porque hay
unprocedimiento
que debemos seguir. Si lo seguimos somos eficientes. El
procedimiento administrativo sería a la administración pública lo
mismo que la Cadena de Montaje era a laOrganización
Científica del Trabajo. La Cadena de Montaje era aquello que
aseguraba que el producto siempre se hacían de la mejor manera
posible, el procedimiento administrativo (esa organización pública)
es la garantía de que siempre se harán las cosas de la mejor forma
posible. Y en relación a las garantías de igualdad,¿cómo se
consiguen?. Pues a través de un procesode
despersonalización: despersonalizando el trato con los ciudadanos.
Dicho de una forma más directa: despersonalizar significa que a la
administración no le interesa saber con quién está tratando,
porque al no saber con quién está tratando impide cualquier factor
discrecional. Expresado en una forma, si se quiere de una forma más
intuitiva: la administración no quiere mirar a los ojos de los
ciudadanos, no quiere saber quiénes son, porque cuando sabe quiénes
son, cuál es su status, cuánto dinero tienen, o a qué partido
votan, puede acabar tratándolos de una forma o de otra. Por lo
tanto, se trataba de convertir al ciudadano en un número, un número
de un expediente, por lo que se asegura, en principio, una igualdad
de trato. Con estas dos características la administración pública
tradicional consigue garantizar la eficiencia y la igualdad. Pero
también hay decir que, inevitablemente, esto tiene un cierto precio
. Y es partir de los años 70, 80 ( en Europa, porque en España, no
será hasta bien entrada la década de los ochenta) cuando se
empieza a percibir que ese precio puede ser excesivo: maximizar la
eficiencia a través de la racionalidad formal tiene su parte
positiva, pero tiene también una parte negativa, y es la rigidez.
¿Cómo conseguimos maximizar la eficiencia? A través del proceso de
racionalización, pero también a través de un proceso que convierte
nuestra actuación en algo prefijado, en algo rígido(la cadena de
montaje de un coche es rígida, aunque sea eficiente).
El
procedimiento administrativo puede ser eficiente, pero es rígido.
Durante un cierto tiempo sólo se priorizaba en que la racionalidad
formal generaba eficiencia. A partir de los años 80 preocupa mucho
que esta racionalidad formal genera rigidez. Y esta es una de las
primeras demandas de transformación de la administración pública
tradicional. En en segundo lugar, el mismo argumento :el proceso de
despersonalización genera algo positivo, que son garantías de
igualdad, pero también genera un proceso que podemos llamar de
deshumanización en trato a los ciudadanos Es verdad que al no
ponerle nombre a las personas, los estamos tratando a todos igual,
pero también es cierto que tratándolos como un número propiciamos
esa deshumanización a la que nos hemos referido. Y es partir de los
años 70, 80, que una buena parte de la población ya lo acepta:
cuando se trata con la administración pública no se que quiere ser
tratado simplemente como un número, sino que se reconozcan mis
especificidades, mis preocupaciones, que sepa quién soy, que mire a
los ojos, y de esta manera se podrá atender de forma personal a las
demandas. Lo relevante es que la administración pública tradicional
no es que sea buena o mala, es que responde a un momento, tiene unos
objetivos, y tiene su parte negativa y su parte positiva (la parte
positiva es ques eficiente e igualitaria, la parte negativa es que
que es rígida y es deshumanizadora) Esas dos características
empiezan, a partir de la década de los setenta y ochenta las que dan
lugar al segundo paradigma: Nueva Gestión Pública.
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