Eduardo Ruiz, persona a la que aprecio
por su coherencia y firmeza en la defensa de sus ideas a la vez que
sensatez para entender las del contrario, escribió un sentido texto
de opinión sobre lo que aconteció en la última sesión Plenaria de
nuestro Ayuntamiento. En sus argumentos, califica de bloqueo la
actitud de la actual “nueva” mayoría municipal: la suma de PP,Cs
e IU. Pero, estando de acuerdo en parte de sus argumentos sobre la
necesidad de sacar adelante asuntos de interés, digamos, colectivo,
creo que difiero sobre el empleo de la palabra “bloqueo”:habría
que reflexionar sobre ella teniendo en cuenta, no solo los asuntos
concretos, sino la causa de éste “bloqueo”.
Es evidente que la coincidencia contra
el actual gobierno en minoría viene precedida por una serie de
acontecimientos que no pueden obviarse y que condicionan la adopción
de acuerdos. El primero, es el desencuentro entre IU y el resto de
grupos municipales. Este desencuentro no tengo claro si fue motivo de
diferencias políticas o de tácticas de partido e incluso
personales, pero lo que si está claro es que sigue condicionando la
gestión municipal. Otro desencuentro ha venido dado por la “apuesta”
del gobierno contra la “unidad” entre Ciudadanos y el PP con
argumentos que, uniendo la crítica programática a la personal,
aleja cualquier posibilidad de encuentro ( o no).
En una colaboración publicada en algún
medio de comunicación ,apelaba a la “cintura” para lograr
consensos lo más amplios posibles sobre asuntos que afectan a una
gran mayoría de vecinos y vecinas; no solo en la actualidad, sino en
el futuro. Superar el cortoplacismo y esa especie de “táctica”
de partido ( que en mi opinión no lo es en sí misma, sino que su
componente es mayoritariamente personal: de estatus) para, poniendo
sobre la mesa ( y no de forma puntual) asuntos que afectan
sustancialmente al futuro de los vecinos y vecinas, llegar a acuerdos
de mínimos. El bloqueo o la enmienda a la totalidad que por parte de
los grupos de la “mayoría” se está realizando hacia el gobierno
parte de desencuentros donde se antepone, o lo personal o lo
partidario o lo partidario-personalizado en los cargos que ejercen la
representación. Por lo tanto, yo no lo calificaría sólo de
“bloqueo”, sino de situación enquistada.
La situación, a la vista de los
acontecimientos solo puede ir a peor. Por lo tanto, la cuestión, o
pasa por lo sustancial o lo insustancial se apoderará de la política
empujando a todos a seguir instalados en una inercia determinada, y
resulta evidente que las inercias distan muchos de ser dinámicas que
favorezcan entendimientos y, por consiguiente, políticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario