El Pleno municipal es el foro donde se debaten, con luz y taquigrafos ( con su acta correspondiente y, afortunadamente, en directo a través de internet) los asuntos de interés general. Es, el poder"legislativo" ( el Pleno municipal tiene potestades reglamentarias, por lo que de forma simple podría servirnos la figura para plantear el escenario de división de poderes) o con mayor ajuste a la realidad, el poder representativo de la totalidad de la ciudadanía. Aquí, el ejecutivo municipal tiene que jugar con su principal debilidad: la minoría. Por ejemplo, en la anterior sesión plenaria, el gobierno municipal retiró el Proyecto de explotación del complejo deportivo y piscina porque para su aprobación precisaba de mayoría absoluta. En la sesión ordinaria del 27 de julio, el punto se aprobó tirando de lo que podríamos llamar "ingeniería institucional". Para que todos lo podamos entender: el gobierno municipal en minoría llevó nuevamente el punto a la sesión plenaria y aprobó el proyecto con los votos del gobierno municipal ( 9) y dos votos "prestados" por el PP. Total, mayoría.
Por lo que se expuso en la sesión
plenaria, el informe elaborado por una empresa externa ( 18.000
euros) plantea las condiciones mínimas, así como organizativas (
personal y sus remuneraciones) para iniciar la elaboración del
pliego de condiciones para la explotación del complejo deportivo: un
mínimo de 12 años ( según el pp la empresa precisaría de un
período más largo para amortizar la inversión), 1.600 socios y una
cuota media de 45 euros para unos gastos de aproximadamente 800.000.
En el pleno se pudieron comprobar, no solo las dudas sobre el número
de socios, o sobre la no inclusión de bonificaciones en el proyecto
de explotación ( algo que, si se incluyen definitivamente en el
pliego, incidirá en la cantidad total de ingresos sin lugar a dudas,
por lo que se crea una nueva duda sobre su viabilidad), sino sobre el
modo de gestión que ha sido el elegido por el gobierno municipal y,
de forma explícita, por la gran mayoría del pleno excepto Esquerra
Unida.
Sobre la forma de gestionar este o
cualquier servicio público, existe el debate sobre lo público y lo
privado. En éste debate existen experiencias municipales de gestión
indirecta a través de empresas, consorcios, patronatos o empresas
municipales, extremo que no ha sido valorado por los gestores
públicos en éste caso. Igualmente, la gestión a través de la
concesión administrativa tiene diversas formas: gestión por empresa
privada, gestión privada condicionada a su carácter social (
cooperativas), etc. Como se puede ver existen diferentes concepciones
para la gestión de lo público, aunque es necesario decir que, en
éstos momentos, con las limitaciones legales impuestas por el estado
(control presupuestario, limites en la tasa de reposición de
jubilaciones y práctica imposibilidad de crear plazas parece ser que
la única vía posible para la apertura de la instalación y así
dejar de pagar el mantenimiento de una instalación cerrada es el
concurso público.
Creo que la administración local ha
pecado, una vez más, de falta de previsión al dejar la cuestión de
la gestión para el último momento. Esto, aunque no lo parezca en
principio, es un nuevo "legado" del PP, que se embarcó en
una obra a todas luces desproporcionada para las posibilidades reales
de nuestro Ayuntamiento, aunque hay que decir, que con la
beneplácito de todos los representantes políticos que no
plantearon, más que de forma teórica ( por parte de Esquerra Unida)
la gestión pública sin concretar el cómo. Era necesario que al tiempo que se desarrollaba el proyecto, se hubiese acometido un estudio sobre la forma de gestionar
la nueva instalación; sobre las necesidades de personal; los
programas que se pondrían en marcha; la política de bonificaciones
y sectores prioritarios. Y era necesario para así poder barajar
diferentes alternativas a la gestión privada, que como todos
sabemos, y es la lógica empresarial, busca beneficios económicos más allá de prestar un servicio.
Esperemos que la piscina e
instalaciones anexas no supongan un nuevo agravio a las arcas
municipales una vez abierta, al igual que otras instalaciones que solo
funcionaron en la mente de algún político avalado por no se sabe
que criterio técnico.
Existían alternativas, pero parece
ser que la corporación no cree que más allá de la concesión
administrativa hayan otras vías de gestión que garanticen, tanto
cubrir mínimamente costos, como asegurar la prestación de un
servicio de calidad, que en definitiva creo que es el objetivo.
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