jueves, 10 de abril de 2014

A TI, VOTANTE.

Vamos a entrar en un período en el que los ciudadanos y ciudadanas vamos a transformarnos en papeletas andantes. Los mensajes, con más o menos acierto, con más o menos gracia o con más o menos contenido, van a entrarnos por los sentidos en tromba. Y por eso, porque en definitiva soy un votante más, me gustaría reflexionar sobre el voto que vamos a depositar, o no, el próximo mes de mayo.

Europa, es un ente lejano para muchos. Es un "algo" que resuena en los discursos recurrentes de los representantes políticos, pero es algo más que eso, sin duda: las políticas que hemos sufrido y sufriremos, vienen de ese lejano lugar que es Europa. 

La actual Europa está dominada ( y lo digo en su acepción Gransciana) claramente por la derecha. Pero una derecha que, liberada de cualquier compromiso o presión, optó hace años por imponer una cultura ( económica, social, política...) en la que la austeridad para unos supone beneficios para otros; en la que la pobreza para unos, supone riqueza para unos pocos. Y esa es la Europa que, hoy por hoy, tenemos. Así pues, no veamos tan lejano el ente Europeo, pues influye directamente en nuestra vida cotidiana.

Dicho esto, la pregunta es ¿ir a votar, a quién votar?. Es una decisión que, aunque pueda parecer irrelevante, no lo es. Nuestros parlamentarios en Europa deben defender un programa político que represente a la sociedad. Pero, ¿a qué sociedad?. ¿A la que se resigna a sobrevivir, o a la que quiere vivir?.

La lectura de los programas, la reflexión sobre las propuestas (intentando abstraernos mínimamente delos mensajes, pero ahondando en los contenidos) debería motivar nuestra decisión ante la urna. Optar por la continuidad autericida o por una posición más acorde con la situación: pobreza, empobrecimiento, sobrevivir frente a vivir, perdida de derechos frente a incremento de beneficios.

Estaría bien, que además de pegar carteles, e incluso de la realización de algún mitin más o menos tradicional, las fuerzas políticas locales se implicasen algo más y organizasen una serie de mesas redondas para explicarnos a todos cuales son sus planteamientos. Decir que eso es cosa de otros, que no es una responsabilidad de los políticos locales, que eso es algo lejano, es seguir en la dinámica de negar la mayor: Europa nos afecta directa y diariamente, por lo que no es de recibo ni responsable ponernos de perfil.

Animo a los partidos a hacer una campaña basada en la pedagogía, huir del mitin vacuo y retórico, y centrarnos, a lo largo de la campaña en un dialogo que ayude a discernir a la ciudadanía, no solo el sentido de su voto, sino su nivel de implicación más allá de los condicionantes individuales y el egocentrismo de superviviente al que se nos quiere condenar.

Una sugerencia más que una propuesta, no vayan a decir los bienpensante que, "ya está este con sus tonterías ilusorias.

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