miércoles, 9 de abril de 2014

Propuesta de programa común para los partidos socialdemócratas europeos, que Olof Palme expuso en su intercambio epistolar con Willy Brandt y Bruno Kreisky, 29 de abril de 1974.

1. Socialismo democrático. Nos declaramos partidarios inquebrantables del mantenimiento del sistema democrático. Creemos que la vía reformista es la única que puede conjugar la transformación de la sociedad con principios fundamentales de la democracia tales como la libertad de expresión. El socialismo sólo se puede realizar si las personas se comprometen y colaboran en el empeño.

2. Movimiento sindical fuerte e iniciativas ciudadanas vigorosas. Muchos cometidos sociales importantes pueden hallar mejores soluciones en manos de organismos ciudadanos espontáneos que a través de medidas estatales o privadas. La potenciación de las iniciativas ciudadanas supone un fortalecimiento del compromiso e influencia de la comunidad en el trabajo colectivo.

3- Nivel de empleo. Consideramos el pleno empleo como el objetivo político más importante y urgente. Pedimos trabajo para todos. La sociedad debe desempeñar un papel activo en lo que se refiere a crear nuevos puestos de trabajo y distribuir equilibradamente las posibilidades de empleo en las distintas regiones.

4, Reforma de la vida laboral. Para desarrollar la sociedad industrial es necesario reformar las condiciones de vida de los trabajadores; éstos, por su. parte, deben tener influencia en la planificación y el desarrollo del trabajo. Las condiciones de trabajo deben mejorar con la colaboración, de las organizaciones obreras y de los trabajadores. Por último, es preciso aumentar la seguridad en el trabajo.

5. Queremos que los ciudadanos participen en las decisiones. Hay que dar a los trabajadores mayor participación en las decisiones económicas. Es necesaria la democratización en todos los ámbitos de la sociedad y, en consecuencia, es preciso luchar contra la burocratización. Asimismo, la comunidad, a través del Estado, debe aumentar su control sobre el aprovechamiento y explotación de las riquezas naturales, tales como agua, suelo, energía y demás materias primas. También hay que aumentar la influencia de las organizaciones sindicales y de toda la sociedad en la elaboración de nuevos planes económicos.

6. Servicios sociales. Muchas necesidades son tan importantes que deben ser satisfechas independientemente de las posibilidades económicas de los individuos. Estas necesidades son, entre otras, los cuidados módicos en caso de enfermedad, la educación, protección y cuidado de los niños y ancianos. Satisfaciendo estas necesidades se desarrolla una mayor conciencia comunitaria entre las personas, al tiempo que se crean nuevos puestos de trabajo.


7. Calidad de vida, progreso. Nos oponemos enérgicamente a la amenaza que representa el consumismo para la calidad de vida, el sentido comunitario y la herencia cultural de la sociedad. Nos declaramos partidarios de la seguridad e igualdad sociales, de la construcción de un auténtico sistema de bienestar social y de una política activa en los terrenos cultural, ecológico y de defensa de los consumidores- La socialdemocracia pone especial énfasis en su deseo de autorrealización e integración comunitaria para todos los hombres; por eso deseamos anteponer estos valores a una mera lucha por el crecimiento material.

8. Igualdad de derechos para la mujer. Hay que eliminar las discriminaciones que aún sufre la mujer en nuestra sociedad. Tenemos que colaborar activamente para que las mujeres obtengan mayores posibilidades de desarrollo en la política y en la sociedad. Los objetivos más importantes son la eliminación de prejuicios y la obtención de una igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el trabajo, en la educación y en todos los aspectos. Evidentemente, esta igualdad de derechos debe estar garantizada por la ley. Así mismo, hay que adecuar las condiciones de trabajo de manera que la actividad laboral y la vida familiar sean fácilmente compatibles.

9. Empresas multinacionales. Las grandes empresas multinacionales aumentan la concentración de poder en manos privadas y debilitan la influencia democrática en decisiones económicas claves. Una mayor concentración económica hará aún más difícil de alcanzar la estabilidad de precios y conseguir un desarrollo social equilibrado. Para aumentar el control democrático y social sobre las empresas multinacionales es necesario un gran esfuerzo conjunto de gobiernos, partidos, sindicatos y demás organizaciones ciudadanas.

10. Los inmigrantes. La explotación que sufren los trabajadores inmigrados por parte de los empresarios contradice los más elementales principios de la socialdemocracia. Los trabajadores inmigrantes deben tener los mismos derechos que los nacionales, tanto en la vida laboral como en la sociedad. Hay que prestar especial atención a los problemas lingüísticos y de vivienda de los inmigrados, y encontrar soluciones rápidas y eficaces. También hay que dar una educación igualitaria a los hijos de los inmigrantes. Por último, las personas que lleven largo tiempo trabajando en el país, deben obtener el derecho a voto en las elecciones municipales del lugar donde viven.

11. Solidaridad internacional. Apoyamos los esfuerzos de las Naciones Unidas encaminados a conseguir la distensión y el desarme en Europa. Nos declaramos partidarios de promover y respetar la independencia nacional de todos los países, así como de salvaguardar el derecho de todos los Estados a disponer de sus propias riquezas naturales. También apoyamos la creación de un sistema de comercio internacional más justo. Por último, estarnos dispuestos a apoyar y proteger los movimientos de liberación nacional, así como la lucha contra las dictaduras.




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